22/9/17

Encargado de prensa de Franco: “Tenemos que matar, matar y matar, ¿sabe usted? Son como animales, ¿sabe?. Nuestro programa consiste en exterminar un tercio de la población masculina de España

"La obra teatral Las bicicletas son para el verano (Fernando Fernán Gómez, 1977) se cierra con la frase que el protagonista, Luis, dice a su hijo: No ha llegado la paz, Luisito: ha llegado la victoria

Esa victoria va a implicar que los vencedores podrán llevar a cabo impunemente los propósitos que había alentado la sublevación de julio de 1936, tal como expresara a John Whitaker, periodista norteamerican, Gonzalo Aguilera, oficial de prensa de Franco, encargado de las relaciones con los corresponsales extranjeros:

 “Tenemos que matar, matar y matar, ¿sabe usted? Son como animales, ¿sabe? Y no cabe esperar que se libren del virus del bolchevismo. Al fin y al cabo, ratas y piojos son los portadores de la peste. Ahora espero que comprenda usted qué es lo que entendemos por regeneración de España […] Nuestro programa consiste en exterminar un tercio de la población masculina de España. Con esto se limpiaría el país y nos desharíamos del proletariado[2].

A la altura de mayo de 1939 no les parecían suficientes a los vencedores los miles de muertos en el campo de batalla, ni los asesinados en la retaguardia durante los tres años de la guerra; tampoco, el casi medio millón de exiliados, forzados a dejar su patria. 

 Ahora tenían las manos libres para actuar indiscriminadamente contra todos los sospechosos de haberse mostrado en algún momento de su vida favorables a la legítima República de 1931.Y de cómo se produjo esa represión sin límites es de lo que trata fundamentalmente este nuevo libro del historiador Francisco Moreno Gómez.

Francisco Moreno Gómez pertenece a ese nutrido grupo de historiadores españoles (Julio Aróstegui, Julián Casanova, Francisco Espinosa, Gutmaro Gómez Bravo, Mirta Núñez Díaz-Balart, Alberto Reig Tapia o Ricard Vinyes, entre otros) que se han ocupado en investigar diferentes aspectos de la represión franquista. 

Es autor de media docena de monografías sobre la resistencia antifranquista y el correlato de su represión y de numerosos artículos en revistas especializadas, con especial referencia a lo acontecido en Córdoba y su provincia.  (...)

Pues bien, de cómo se fraguó esa tragedia en 1936 y de cómo se continuó durante el franquismo trata con exhaustividad de datos el libro de Francisco Moreno, de tal manera que el día en que se constituya en nuestro país esa Comisión de la Verdad deberá recurrir, entre otras fuentes, al soporte teórico de esta obra sobre los términos “desapariciones”, “planes de exterminio”, “catástrofes humanitarias”, “crímenes contra la humanidad” y  “genocidio” y al amplísimo trabajo de campo sobre esas atrocidades que se cometieron en España.

Quizás uno de los aspectos más novedosos e interesantes del libro es la identificación (establecida tanto sobre la base de los estudios científicos sobre la materia como sobre la descripción de casos concretos) de la represión franquista con los crímenes contra la humanidad, tal como los consideran la jurisprudencia internacional y los informes y resoluciones de diversos organismos internacionales. (...)

Con rigurosidad y también con apasionamiento el autor arremete contra los nuevos pseudohistoriadores de la derecha y los escritores “equidistantes” que preconizan el olvido acrítico del pasado, “el carpetazo”, cuando no su reescritura con argumentos tomados de la época franquista[5]. El libro se erige contra la actual moda neofranquista del “todo fuimos culpables”, “en los dos bandos hubo violencias”, “los maquis y guerrilleros no fueron sino bandoleros y ladrones” y otras parecidas formulaciones hasta culminar en frases textuales como la de Jaime Mayor Oreja en 2007 de que el franquismo fue “una situación de extraordinaria placidez”. 

 Desde el principio el autor reacciona contra la falacia de las dos Españas enfrentadas en 1936 para recordarnos que se trató de un golpe miliar de inspiración fascista, apoyado por las fuerzas más reaccionarias del país en defensa de sus privilegios ancestrales que veían peligrar por la acción política y social de la República. Tomando frases y declaraciones por todos ya conocidas de Mola, Queipo de Llano, Yagüe o del propio Franco, Francisco Moreno verifica cómo desde julio de 1936 la política de exterminio y desolación estaba en el ADN de los sublevados.

Pero el libro se centra en los años posteriores a 1939. El autor va mostrando las distintas caras y formas con que la represión se fue manifestando a lo largo de los años oscuros del franquismo: primero se impuso el miedo y el terror, el silencio y el ostracismo; en el caso de que eso no fuera  suficiente, se avanzaba en el castigo físico, las vejaciones, la cárcel, los trabajos forzados, la tortura y hasta el asesinato; y la culminación de todo ello consistió no solo en la desaparición física de los perseguidos sino en su desaparición simbólica, en tumbas colectivas o anónimas que los familiares no pudieran identificar.

 Todo ese proceso está explicado detenidamente por Francisco Moreno y ejemplificado con testimonios concretos de las víctimas.  (...)"                  (José Manuel Pérez Carrera, crónica Popular, 05/09/17)

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